Es el sistema más fácil y ecoómico para producir juntas, fonoabsorbentes y en general todos los materiales compressibles con un bajo espesor y suaves como los cauchos, las espumas de poliuretanos y los aislantes eléctricos.
Para obtener una plantilla tenemos que preparar un troquel que en su versión más económica (llamado “americano”) es una base de madera moldeada con el láser en la que hay una lámina de acero para el corte.
La velocidad en el corte no depende de la complejidad del producto y por eso una junta compuesta por ejemplo de 10 orificios y otra de 2 orificios necesitan el mismo tiempo de producción y luego el mismo costo.
Además, en Gecam se realizó un dispositivo muy simple que permite obtener una junta ya limpiada sin restos y con tiempos de producción incluso más bajos.
Teniendo en cuenta el bajo costo del troquel americano y la velocidad de las modernas troqueladoras con control numérico, se entiende como esta tecnología ha tenido y sigue teniendo un buen éxito.